Sueños y Mentiras
Cuando la luz se apaga y las rosas se hacen negras; cuando los ojos ciegan y el ensueño trae quimeras...
Susurros en la noche
Susurros en la noche
El Nombre
Träume und Lügen, ese es el nombre.
Pero más allá de un nombre, es un espíritu. Un espíritu formado a lo largo de los años y aún formándose, con la esperanza de llegar más allá, de imbuir de su esencia a cada vez más cuerpos. Es un espíritu que late a ritmo lento y sin embargo firme y fuerte, seguro; sin prisa.
Es un espíritu que es voluntad, voluntad de poder, voluntad de ser.
Träume und Lügen es Sueños y Mentiras. Como la propia literatura es, como la misma vida se hace. A través de sueños, que son fantasías -mentiras, en definitva-, se va descubriendo la verdad. Acción y error, acción y fallo; intento y acierto.
Vivimos soñando, e incluso la vida se nos presenta en ocasiones como ensoñación. Verdad y mentira a veces se confunden, ¿y qué más da? Importa el Sueño, aunque sea Mentira, porque vivimos de sueños y ellos nos dan la fuerza necesaria para seguir avanzando, para dar el paso firme en suelo tembloroso sin vacilación aun pese al miedo.
El Sueño y la Mentira nos acorazan para enfrentarnos a la Tempestad y al Empuje, al Sturm und Drang vital del día a día, y el eventual.
Träume und Lügen también es arte.
Es un arte íntimo, sin pretensiones. Es un arte oscuro, sombrío, y sin embargo también con grandes luces. Es un arte de miedo, y de felicidad.
Es lectura a medianoche a la tenue luz de un candil, de viejos versos de poetas muertos, cuyo eco aún resuena como el cuervo que para siempre grazna nunca más. Es vagar errante en bosque de penumbra y robles centenarios, entre la niebla, oyendo en eco vacío el lejano ulular de un par de búhos, con la luna blanca atestiguando el suceder de los pasos baldíos.
Es un yo soy y es un nosotros. Es un ayer y eternamente.
Así pues, por siempre mi espíritu es, Träume und Lügen.
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